En 1997 se estrena «Wag the dog«, el título hace referencia a la expresión coloquial «the tail wags the dog». La película se abre con la siguiente reflexión:» Why does the dog wag its tail?  Because the dog is smarter than the tail. If the tail were smarter, it would wag the dog», te lo traduzco: «¿Por qué el perro mueve el rabo? Porque el perro es más listo que el rabo. Si el rabo fuera más listo, movería al perro». En España la película se tituló «Cortina de humo«dog

Su argumento relata una formidable campaña de manipulación de la opinión pública norteamericana, inventando un conflicto bélico con Albania con objeto de asegurar la reeleccción presidencial distrayendo a los electores de un escándalo sexual del presidente. La película resultó premonitoria ya que en el momento del estreno, el presidente Clinton estaba involucrado en el     «affaire Lewinsky» y , en el punto álgido del escándalo, el presidente ordenó el bombardeo de una supuesta fábrica de armas químicas en Sudán ( en realidad era una inocua fábrica de productos farmaceúticos) y de cuatro imaginarios campos de entrenamiento de terroristas en Afganistán. Estos bombardeos recibieron el nombre de operación «Infinite reach» y causaron víctimas civiles, los consabidos «daños colaterales», que no importaron a nadie. Poco más tarde EEUU inició los bombardeos en Serbia.

La película está basada en la novela «American hero» de Larry Beinhart referida al presidente Bush y la operación «Tormenta del desierto» en la primera Guerra del Golfo.

¿Te la recomiendo? claro que si. En clave de humor negro la película muestra la tremenda eficacia de las herramientas de manipulación de la opinión pública, especialmente por parte de los media; prensa, radio y televisión. Podríamos citar como antecedentes; la explosión del Maine y la prensa de Hearts, el «incidente  del Golfo de Tonkin» en la guerra de Vietnam, la utilización por parte de Tatcher de la «Guerra de las Malvinas«… y nos remitimos inmediatamente al libro de Baudrillard «La Guerra del Golfo no ha tenido lugar».

Los media, o mejor dicho; los propietarios de los media, construyen la realidad